¿Qué hacer en medio del sufrimiento? | Emeterio Soriano

Sermones

¿Qué hacer en medio del sufrimiento? | Emeterio Soriano | 28/07/19

Predicador - Emeterio Soriano

¿Qué hacer en medio del sufrimiento?

1 Pedro 5: 5-9

Introducción

¿Qué hacer en medio del sufrimiento? – Esta epístola del apóstol Pedro fue escrita cerca del año 60, cuando muchos cristianos estaban en el exilio por causa de la oposición del gobierno romano. Creyentes que estaban sintiendo en carne propia el rechazo del mundo por su fe en Cristo. El apóstol, anciano ya, escribe un una notable dulzura para alentar a los creyentes a vivir a la altura de hijos de Dios, y mostrarlo en todas sus relaciones, familiares, sociales y en el contexto de la iglesia itinerante

Ellos debían mostrar la paternidad de Dios, viviendo en justicia, santidad y humildad en medio de un mundo, injusto, impío y orgulloso. Un mundo como el que usted y yo vivimos. Un mundo que se opone a nuestra fe, en ocasiones de manera sutil y en otras abiertamente. Un mundo bajo el maligno, un mundo que quiere convertirnos en idolatras e impíos, aunque asistamos a la iglesia. 

¿Es posible vivir en impiedad aun siendo creyentes?

Por supuesto que sí, pero como dice Santiago 3: 10 (…esto no debe ser así). Cuando vivimos con las aspiraciones, con el estándar y el modelo del mundo, y no el de Dios, vivimos en impiedad. En el capítulo 2: 9-10, se recuerda a los creyentes que ellos eran de diferente nación, de diferente posición y de un propósito diferente en la tierra. Y se les llama a que su estilo de vida sea opuesto al de los incrédulos que les rodeaban y así atraerlos a Cristo. 1 Pedro 2: 11-12

Ellos debían, y nosotros también debemos, mostrar HUMILDAD, en medio de esta vida de sufrimiento que vivimos. Recordemos que para reinar allá, debemos sufrir aquí. 2 Timoteo 2:12

Luego de dar instrucciones a los ancianos o líderes espirituales, el apóstol Pedro continúa con un llamado a la sumisión para los demás miembros de la grey de Dios, como los llama en 1 Pedro 5: 2, y finalmente un llamado general a todos: “humíllense bajo la poderosa mano del Señor”.

El apóstol Pedro responde a los creyentes de la dispersión y a nosotros también: ¿qué hacer en medio del sufrimiento? El apóstol responde qué hacer en relación a Dios, en relación a nuestras propias cargas y en relación al hostigamiento de Satanás.

Humillarse frente a Dios. 1 Pedro 5: 6

El llamado debe ser obedecido por razón del Señor. La humildad hace referencia a bajarse a nivel del suelo. La humildad es una actitud valorada por Dios, y en contraposición el orgullo es aborrecido por Él. Proverbios 3: 34, Santiago 4: 6. La humildad nuestra que tenemos un concepto claro de quién es Dios y de quiénes somos. El orgullo lleva a las personas a considerarse mayores que todos, incluso mayores que Dios.

Los hijos de Dios son llamados a vivir en dependencia de Dios, el pueblo de Israel, en su peregrinación en el desierto, tuvo muchas lecciones de dependencia de Dios. Nehemías 9: 21. El llamado es a humillarse, bajarse frente a Dios. La expresión poderosa mano de Dios puede que haga referencia al Éxodo, donde Dios sacó a su pueblo de la esclavitud, lo paseo por el desierto y lo introdujo en la tierra prometida, mostrando una y otra vez, su poder para salvar. Éxodo 13: 9

Al igual que el pueblo terrenal de Dios, Israel, nosotros la iglesia del Señor, estamos en un peregrinar hacia la Canaán celestial. 1 Pedro 2: 11. Nuestra peregrinación en este mundo, aunque parezca interminable, no lo es. En el momento oportuno. Dios redimirá nuestra causa, obrará en favor de la necesidad que nos agobie. Sobre todo, debemos recordar que el descanso de los justos está en la presencia del Señor. La imagen de Cristo se formará totalmente en nosotros cuando salgamos de esta vida para abrazar la eternidad. Romanos 8: 29, 1 Corintios 15: 53-54

Despojarse de la ansiedad. 1 Pedro 5: 7

Este texto en la Biblia Dios Habla Hoy (DHH) dice: Dejen todas sus preocupaciones a Dios, porque él se interesa por ustedes. Echar toda, tiene la idea de echar una vez por todas. Una vez puesta la confianza en Dios en un asunto, o en todos ellos, la ansiedad debe desistir.

La ansiedad, merimna (tener la mente dividida): De meiro  «dividir», y noos «la mente». La palabra indica distracciones, cargas y preocupaciones. Merimna significa estar ansioso anticipadamente acerca de la vida diaria, de las cosas materiales de tal forma que nos inquieten, tales como dice el Señor en Mateo 6: 25ss el énfasis del pasaje es que si Dios cuida y provee a simples criaturas efímeras, cuánto más no cuidará de sus hijos.

La ansiedad tiene tal capacidad destructiva que roba el gozo y la paz. Isaías 26: 3, aquel que tiene un propósito firme y su confianza puesta en el Señor, tendrá paz. Mientras que aquel que no tiene este enfoque espiritual, a causa de su mente dividida por la ansiedad no alcanzará ni sus propósitos ni la tranquilidad, pues su mente se encuentra no en las cosas de arriba sino en las de la tierra. Colosenses 3: 2

Piense en que al llegar cansados con una pesada carga debemos pasarla a alguien más, debes bajarte la carga, para que otro la lleve por ti. Así Dios cargó en Cristo el pecado de todos nosotros. Isaías 53: 6. La ansiedad en el creyente es innecesaria, porque el amor del Padre suple las necesidades diarias y todas las demás. Hechos 17: 25

Mantenerse alertas frente al enemigo. 1 Pedro 5: 8-9

El apóstol Pedro advierte a los creyentes de que se cuiden de Satanás, a que velen y lo resistan en fe. Recordemos aquella noche donde el Señor fue entregado. Pedro no se preparó espiritualmente, y terminó usando armas carnales para una guerra espiritual, alejándose de aquel que le había buscado, y negando a aquel que le había salvado. Mateo 26: 40

La advertencia es propicia en toda época, pues Satanás es enemigo de Dios, y de sus hijos también. A través del tiempo su odio a Dios ha permanecido intacto, su estrategia siempre ha sido mostrar que los creyentes no son dignos de los favores que Dios tiene para ellos. En el caso de Job, vemos como Satanás dice que la fidelidad de Job se justificaba en los bienes y en la cobertura que Dios le había provisto. Job 1: 10

Pedro les dice no se confíen, él está siempre al acecho, él no es un león, pero se pavonea como tal, de manera que amedrenta a los que no se encuentran firmes en la fe. Siendo ya libres de la ansiedad o congoja, no se debe vivir una vida descuidada, pues el enemigo de Dios está activo y resuelto en contra de los creyentes.

Ningún ser humano puede contra Satanás, por esa razón Dios no nos llama a vencer a Satanás, sino a resistir. Satanás está vencido, y usted y yo somos victoriosos, debemos creerlo y vivir a la luz de esta verdad. Así como la realidad de las pruebas afectan a todos los creyentes, de igual modo la gracia de Dios se aplica a todos, sean cuales sean sus sufrimientos.

Aplicaciones

No importa lo fuerte que sea la prueba que pasemos en nuestra vida, el sufrimiento no será para siempre y Dios no nos abandona en el proceso. Recordemos la presencia de Dios en el desierto, durante el día, columna de nubes y durante la noche, columna de fuego. En nuestro caso, Cristo no nos deja solos, nos ha dado Su Espíritu. Juan 16: 7

En cada prueba o sufrimiento Dios no nos dejará permanecer más tiempo del que podemos soportar. 1 Corintios 10: 13

Así como para poder flotar en el agua hay que dejar toda esfuerzo y entregarse al agua, así para poder vivir la vida cristiana se requiere del abandona del yo, de la fe sola en Cristo para poder vencer. 1 Juan 5:4 dice: Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.

Dios se encargará del resto nosotros debemos de resistir en fe, está fe se evidencia en una vida de oración y de sumisión a la voluntad de Dios. Dios tiene todos los mecanismos a nuestro favor para llevarnos a la madurez espiritual en medio del sufrimiento.

Autor: Emeterio Soriano

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